Cuba Testigos

jueves, 17 de mayo de 2012

Esto me recuerda el año 1994, cuando me detuvieron 28 horas en L y Malecón y luego me deportaron en un tren hacia Ciego de Avila, prohibiéndome viajar a La Habana. Ellos no cambian los métodos fascistas de represión, estos degenerados esbirros! Yo nunca hice lo que dijeron y me llevaban presa cuando me agarraban, pero la mayoría de las veces me escapé escondiéndome en diferentes lugares. PERROS DE PRESA LADRONES DEL PAÍS! http://cubacid.blogspot.com/2012/05/deportan-treinta-y-ocho-cubanos-de-la.html DEPORTAN DE LA HABANA A CUBANOS RESIDENTES EN EL INTERIOR DE CUBA Treinta y ocho cubanos, residentes en distintas provincias en el interior de Cuba, fueron detenidos y expulsados de la capital por la las fuerzas represivas del régimen este miércoles 16 de Mayo. A las 5. 35 pm partió el tren Nº 1 de la Estación Central de Ferrocarriles de Cuba en La Habana con destino a Santiago de Cuba. En el que eran conducidos los treinta y ocho detenidos que fueron declarados ilegales en la capital por la policía política, entre ellos viajaban el Periodista Independiente Calixto Ramón Martínez y el ex prisionero político Santiago Cutiño Aguilera, en un coche habilitado como celda, con férrea custodia policial, violándose el Artículos Nº 9 y 13 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, de la que Cuba es gestora y signataria. Los ciudadanos cubanos residentes en el interior del país que son sorprendidos por la policía en La Habana, son detenidos y trasladados a distintas unidades policiales hasta completar el computo y en espera de que las autoridades tramiten la fecha de destierro, trasladándolos hasta su provincia de residencia con custodia policial que lo entrega a las autoridades y se levanta antes de su liberación un acta de advertencia donde el detenido debe comprometerse a no viajar más a la capital, y de hacerlo no puede hacer una estadía mayor de 72 horas. Publicado por Huber Matos Araluce en 08:45 |

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Los artículos 18 a 21 recogen derechos de pensamiento, de conciencia, de religión y libertades políticas Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de Creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia. Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Patria, órgano del Partido Revolucionario Cubano, obra cumbre de Marti dentro del periodismo

Solo la opresión debe temer al ejercicio pleno de las libertades.
El 14 de marzo de 1892 surge Patria

Yo no creo que en aquello que a todos interesa, y es propiedad de todos, debe intentar prevalecer, ni en lo privado siquiera, la opinión de un solo hombre.
La tiranía es una misma en sus varias formas, aunque se vista en algunas de ellas de nombres hermosos y de hechos grandes.
La Fuerza tiene siempre sus cortesanos, aun en los hombres de ideas.
Hay hombres dispuestos naturalmente a ser ovejas, aunque se crean libérrimas águilas
Todo poder amplia y prolongadamente ejercido, degenera en casta. Con la casta, vienen los intereses, las altas posiciones, los miedos de perderlas, las intrigas para sostenerlas. Las castas se entrebuscan, y se hombrean unas a otras.
A nada se va con la hipocrecía. Porque cerremos los ojos, no desaparece de nuestra vista lo que está delante de ella. Hay pocas cosas en el mundo que son tan odiadas como los hipócritas.
El hombre sincero tiene derecho al error.
Un principio justo, desde el fondo de una cueva, puede más que un ejército.
Todo hombre es la semilla de un déspota; no bien le cae un átomo de poder, ya le parece que tiene al lado el águila de Júpiter, y que es suya la totalidad de los orbes.
Los odiadores debieran ser declarados traidores a la república. El odio no construye.
La libertad cuesta muy cara, y es necesario, o resignarse a vivir sin ella, o decidirse a comprarla por su precio.
Los grandes derechos no se compran con lágrimas, sino con sangre.
El hombre ama la libertad aunque no sepa que la ama, y anda empujado de ella y huyendo de donde no la halla.
La patria es dicha de todos, y dolor de todos, y cielo para todos, y no feudo ni capellanía de nadie.
Sólo la opresión debe temer el ejercicio pleno de las libertades.
Libertad es el derecho que todo hombre tiene a ser honrado, y a pensar y a hablar sin hipocresía.